Fuentes del gobierno británico y del gobierno griego aseguran que están de acuerdo «en un 90%» para que la joya griega sea la estrella del nuevo museo arqueológico en su país de origen.
Hasta ahora la posición del British Museum ha consistido en que no pone objeción a “prestar” los mármoles a Grecia, pero siempre que quedara claro que sigue conservando la propiedad de los mismos. Desde Atenas se han negado a aceptar esa premisa y no sentar el precedente legal de que renuncian a tesoros que forman parte de su patrimonio nacional y han sido objeto de un expolio colonial.
El nuevo primer ministro, Rishi Sunak, está más abierto a una “solución imaginativa” y ha dado poderes al director de la institución de Bloomsbury, para que negocie en secreto los posibles términos.
El British Museum considera que debería haber un quid pro quo, y una “colaboración activa” con las autoridades griegas para obtener préstamos de piezas clásicas de gran valor que hasta ahora han sido imposibles. “Hay progresos importantes y la devolución es posible”, comentó por su parte Mitsotakis tras pronunciar una conferencia en la London School of Economics, y de ser recibido por el rey Carlos III en Windsor.
“Legalmente no podemos desmantelar nuestra colección y renunciar a una de sus principales joyas, pero estamos buscando un acuerdo basado en intercambios que beneficien a ambas partes”, ha dicho un directivo del British.
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