En la Alhambra, el Palacio de los Leones marca el momento culminante de su arquitectura.
250 losas de mármol blanco de distinto tamaño cubren los 400 metros cuadrados del Patio de los Leones de la Alhambra, una de las páginas más sobresalientes de la historia del arte mundial.
Muhammad V fue el inspirador de este bello palacio construido en su segundo mandato, entre 1362 y 1391, pues había sido derrocado tras apenas cinco años en el poder.
El esquema estructural del Palacio de los Leones responde al tradicional de la vivienda hispano-musulmana, es decir, en torno a un patio central a cielo abierto que sirve de eje a la vida familiar se distribuyen el resto de habitaciones.
El patio de los Leones se extiende sobre una planta rectangular dividida en cuatro partes hasta hace poco ocultas por grava y hoy tapizadas de mármol. En torno al patio corre una galería, más estrecha en los pasillos largos y mayor en los anchos.
La galería está sostenida por 124 columnas de mármol blanco de Macael, formando grupos en los ángulos y en las esquinas de los dos cenadores.
Toda una joya histórica que se ha ido conservando y restaurando para seguir disfrutando a día de hoy.