Cuando estamos diseñando o reformando nuestras cocinas, es importante prestar atención a cada uno de los elementos que van a formar parte de ella, puesto que allí invertiremos gran parte de nuestro tiempo.
En el caso de las encimeras, tiene una mención especial, ya que allí estaremos manipulando nuestros alimentos, entre otros quehaceres mientras cocinamos.
Para escoger la encimera adecuada, sería conveniente plantearnos las siguientes preguntas:
– ¿Qué uso le vamos a dar? En este caso tendremos en cuenta la resistencia del material, ya que no todos soportan las mismas temperaturas, ni los rayados.
– ¿Qué diseño queremos para nuestra cocina?, ¿moderno o clásico?, ¿qué colores se van a usar?
– ¿Somos exigentes con la limpieza? Algunos materiales nos ayudan a mantener este punto a raya, sin que suframos por esas “manchas que son difíciles de quitar”
– ¿Le damos más relevancia a la estética o la funcionalidad?, ¿cuánto presupuesto tenemos para invertir?
Por nuestra parte, os hablaremos de algunos tipos de encimeras en base a su composición:
Encimeras de mármol
El mármol lo primero que invoca es elegancia y belleza en un solo concepto.
Allá donde se coloque, dota de personalidad a la estancia desde el minuto uno.
Entre sus valores están:
– Su resistencia a altas temperaturas
– Material 100% natural
– Durabilidad elevada
– Diseño y elegancia
En cuanto a la limpieza, debido a que es un material poroso, se recomienda limpiar de forma inmediata en caso de manchas producidas con ciertos elementos. Aunque existen productos que ayudan a protegerla taponando los poros.
Encimeras de granito
El granito es un material muy sólido y duradero, gracias a su resistencia a las manchas y rayaduras. Es capaz de aguantar el ajetreo diario de una cocina, lo que lo hace un componente muy adecuado.
Su resistencia a la temperatura, permite recibir el calor directo de los utensilios de cocina sin alterar su superficie, por lo que ponen en relieve su versatilidad y uso.
Colocar una encimera de granito, no solo aporta belleza y resistencia, sino que conlleva un valor añadido, gracias a su gran popularidad y aceptación, convirtiéndola en una inversión inteligente.
Sencillo de limpiar; y además, destaca por ser una superficie apta para la manipulación de alimentos, puesto que en él no se almacenarán bacterias.
Encimeras de cuarzo
Las encimeras de cuarzo otorgan un alto grado de resistencia, soportando muy bien el rayado, pero no tanto las altas temperaturas, siendo adecuado proteger su superficie con algún tipo de salvaencimeras.
Su punto fuerte es el diseño. En el mercado existen una gran variedad de colores y texturas que incluso, imitan la piedra natural.
Encimeras de madera
Aportan a las cocinas calidez y un estilo clásico.
La madera es un material muy “nuestro” para la decoración: sin embargo, para este tipo de elementos, tienen el gran inconveniente de absorber humedades, y desde luego, una baja resistencia a los golpes.
Encimeras de acero inoxidable
Cuando pensamos en este tipo de encimeras, la mayor parte de las veces las asociamos al sector industrial, tipo restaurantes, cocinas de hospitales y/o comedores.
Cuentan con una elevadísima resistencia, lo que las hacen ideales para un uso excesivo y continuado, como es para este tipo de negocios.
De aspecto uniforme y liso y de fácil limpieza e higiene impecable.
El inconveniente: su aspecto frío para una decoración más hogareña, y desde luego su alto precio.
Ahora que ya tenemos una idea sobre las distintas opciones, estamos en mejor disposición de escoger la encimera que nos acompañará en nuestro arte de cocinar.