Resistencia a la intemperie
Una de las razones por las cuales la pizarra es perfecta para exteriores, ya sea en recubrimientos, techos o fachadas, es gracias a su resistencia a la intemperie y a las condiciones climáticas diversas.
Otra de sus características es que los rayos UV no alteran el color ni la composición de las pizarras y son excelentes aislantes acústicos. A pesar de estar expuesta a las diversas condiciones climáticas, las pizarras, por lo general, tienen una vida útil de varias décadas.
Diseños
Si bien la tonalidad grisácea azulada es la más conocida, la gama de colores y texturas de las pizarras es muy amplia. Entre la gama de colores se encuentra la Pizarra Negra Calibrada, una de las más solicitadas por su neutralidad y homogeneidad, la Pizarra Multicolor, con una base gris acompañada de vivos dorados y rojos o la Pizarra California Gold, una pizarra con toques dorados y marrones sobre una base mayoritariamente gris que genera un efecto cromático único.
Baja absorción de líquidos
Las pizarras son de poca porosidad y con un coeficiente de absorción de líquidos muy bajo, por lo que se convierten en una gran opción para techos debido a sus condiciones impermeables.
Instalaciones diversas
Existen diversos formatos, tamaños y grosores pensados en las distintas instalaciones. Esto permite colocar la pizarra en cualquier superficie, sin importar su inclinación o inclusive si la superficie es curva. Los diferentes formatos también dan la oportunidad de crear diseños irrepetibles al mezclar los variados patrones y texturas de la pizarra.
Si bien es cierto que las características físicas de la pizarra natural, así como su resistencia a la intemperie y a los climas más extremos hacen de esta piedra natural una opción idónea para exteriores, es posible instalarla en revestimientos interiores, chimeneas o muros.