El granito es una de las piedras naturales más populares a la hora de decorar nuestros hogares. Su elevado contenido en cuarzo nos permite disfrutar de un fabuloso brillo. Con estos 5 consejos podemos garantizar que luzca como el primer día.
Limpieza diaria adecuada
Basta con pasar un paño de microfibra con agua tibia y jabón para platos sobre la superficie para eliminar la suciedad. No olvides secarlo con otro paño de microfibra o incluso con papel de cocina.
Evita los limpiadores agresivos o corrosivos
Seguro que en el armario de productos de limpieza tienes amoniaco o lejía. Sin embargo, este tipo de limpiadores corrosivos son perjudiciales, ya que acabarán dañando la piedra y el sellador que la protege.
Comprueba el sellado
Debes tener en cuenta que el granito es poroso. Esto hace que tengas que comprobar el sellado derramando unas gotas de agua sobre la piedra. Si al cabo de unos minutos se reagrupa en gotitas sobre la superficie, el sellado es bueno. Sin embargo, si absorbe el agua, deberás volver a sellarlo con productos específicos.
Ve con cuidado en el día a día
Por ejemplo, utiliza una tabla de cortar para evitar que el cuchillo le cause daños y no dejes sartenes o cazuelas calientes sobre él. Estos pequeños detalles son imprescindibles para que el brillo no se vea afectado.
Pule el granito puntualmente
Cuando veas que ha perdido mucho brillo, te recomendamos pulirlo.
Para ello, basta con que utilices productos específicos siguiendo las instrucciones de uso. Eso sí, has de usar paños de microfibra y siempre mediante movimientos circulares. Si lo pules con cepillos de cerdas o esponjas de alambre, lo rallarás y no brillará tanto.